Quizás alguien debería pensarse en inventar algún tipo de lotería con los resultados electorales, pues parece ser que acertar que va a pasar con las elecciones en un pueblo es más difícil que acertar catorce en las quinielas. Yo mismo confieso que jamás imaginé, por ejemplo que le PSOE se pudiera quedar a tan sólo un concejal de la mayoría absoluta o que el olivo perdiera de una forma tan rotunda e inapelable. Ciertamente, como casi todo el mundo que no fuera del PSOE o del Olivo esperaba una ligera subida del PSOE y una ligera bajada el Olivo pero no una victoria o derrota (según se mire) tan clara.
Y esto lo esperaba porque si bien el exiguo trabajo del olivo, más preocupado por demostrarnos lo nefasta que había sido la legislatura anterior que en salvar la que les tocaba, hacia prever que el PSOE podría recuperar algo del terreno perdido. La mala situación interna de ese mismo PSOE (al parecer ha habido algo más que debate interno en su seno, según dicen algunos) unida al hecho de que el candidato además no había mostrado ni mucho menos su mejor faceta en los plenos; a no ser que su mejor faceta sea esa inefable capacidad que muestra para la mueca, la monería, la burla y la falta de respeto a los demás representantes del pueblo de la que hacía gala en los plenos, me hacía pensar que difícilmente el PSOE podría explotar tan eficientemente esa debilidad del Olivo. Pues bien, los hechos han demostrado que mis cálculos estaban equivocados y esto me lleva a hacer varias reflexiones:
En primer lugar, que la gente no ve los plenos ni en directo ni por la tele; porque si los vieran, tantas personas no habrían votado al tipo que, mientras los portavoces hacían sus intervenciones, se dedicaba a imitar a la mona Chita.
En segundo lugar, que gobernar es algo más que criticar al gobierno anterior y a la oposición actual. Hay que transmitir a la gente no sólo que se sabe cuales son los problemas y quien tiene la culpa, sino también que se sabe cuales son las soluciones y que dichas soluciones se aplican. De lo contrario te puede ganar las elecciones el tipo que parece que se olvido tomar la medicación para el síndrome de Tourette.
En tercer lugar. que pese al tópico de que en municipales la gente vota a la persona y no al partido, ha quedado demostrado que la marca si importa. Pues sólo así se explica que un candidato mediocre bajo las siglas del PSOE tenga mejores resultados que otros candidatos mejores que él pero con otras siglas.
Y Finalmente, que el gran derrotado es Antonio Guisado, porque si este candidato es capaz de obtener mejores resultados para el PSOE partiendo de la oposición de los que Guisado obtuvo partiendo del gobierno, esto quiere decir que el PSOE puede ganar con cualquiera que no sea Guisado.
Así pues la conclusión es que Juan Antonio Fernández y no otro es quien inexplicablemente ha ganado las elecciones. Alguien que si bien a mi no me da mucha confianza; lo cierto es que a otros ciudadanos si se la da y por eso, de momento, parece justo que aquellos a los que no nos gusta como alcalde por lo menos le concedamos el beneficio de la duda hasta que tengamos claro que camino toma.
No obstante el ascenso y caída del Olivo pues nos ha enseña dos cosas fundamentales en este pueblo, sobre todo para alguien que ahora inicie un gobierno en minoría: en primer lugar, que el gobierno municipal no es propiedad de ningún partido, sino que es del pueblo y este se lo da y quien lo quita a quien según su voluntad; se lo quito al PSOE cuando lo hizo mal y se lo ha quitado ahora al Olivo cuando ha defraudado las expectativas puestas en él, y por lo tanto es probable que si se le vuelve a defraudar lo vuelva a hacer.
La segunda lección es que un grupo en minoría que pretenda gobernar como si tuviera un rodillo y a dios de su parte lo tiene crudo para salir airoso de la situación, en una situación de minoría lo mejor es no olvidar que para sacar algo en el pleno se necesitan mínimo 9 votos y hay que ganarse los votos que no se tienen día a día, con trabajo, con seriedad y sobre todo con dialogo y respeto a las otras fuerzas.
Estas son dos lecciones muy valiosas para cualquiera que actualmente se encuentra en una situación parecida, espero por el bien del nuevo candidato que sepa aprovecharlas de ello dependerá que esta sea una legislatura de progreso para todos o que al final sea tiempo perdido en debates estériles. Todos tenemos que poner de nuestra parte, pero hay quien tiene la responsabilidad de gobernar y deberá ser quien de ejemplo.
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