Free Wikileaks!

El PGOU huérfano de Fuente Palmera

Llegamos al final de esta legislatura, quizás la más larga, accidentada y crispada que se recuerde en Fuente Palmera desde el comienzo de la actual democracia y, pese a que ya han pasado cuatro largos años, todavía parece ser que nuestros políticos no han colmado nuestra capacidad de asombro. El último episodio de esta fascinante comedia surrealista en la que cada mes se convierte el pleno de nuestro municipio ocurrió en dos actos los pasados martes 20 y 27 de febrero, cuando nuestro alcalde, por dos veces, presento la aprobación inicial un PGOU "que no le gusta" y que como dicho disgusto era unánime en todos los grupos, pues otras tantas veces fue retirado.

Las calificaciones que sobre dicho plan hizo el alcalde, según publica la prensa, parecen más propias de la oposición que del equipo de gobierno y tras escucharlas la conclusión que uno saca es que el plan es sencillamente infumable. Pero pese a no gustarle y no estar de acuerdo con él; nuestro alcalde lo lleva a pleno dos veces en el plazo de una semana y se justificaba apelando a la necesidad, que no sabemos si es la del pueblo por tener un PGOU, o a la suya propia por tratar de justificar por qué, a tan pocos días para la apertura de los colegios electorales, se presenta con los deberes urbanísticos sin hacer.

En lo que respecta a lo primero, está claro que este PGOU no cumple los objetivos marcados. Jamás documento político alguno llevado a pleno ha obtenido un rechazo mayor, ya que ni el propio grupo proponente lo defendió sino que, cosa inaudita, lo atacó. Por lo tanto desde este punto de vista del interés general no tiene sentido la aprobación de algo tan dañino como este PGOU que no sólo no solucionaría los graves problemas urbanísticos que tenemos, sino que generaría otros muchos; cosa que nuestro alcalde explicó mejor que nadie, cuando lo llevo al pleno para su “aprobación inicial”. Lo que no se entiende es la forma precipitada con la que este plan fue llevado al pleno ya que se hizo con prisas tales que incluso el demoledor informe del Servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación (SAU) no estaba sobre la mesa hasta una hora antes del pleno. Es difícil entender tanta prisa y precipitación cuando se supone que en este trabajo se llevan invertidos ya más de seis años, y una buena cantidad de dinero. No hay pues excusa para que nuestro alcalde presentara dos veces en pleno un PGOU como este, que ni a el mismo convence, salvo que todo este circo de dos plenos no haya sido mas que un montaje para tratar de justificar en la incompetencia del equipo redactor y en una posible contubernio de este con “Guisado y su banda” el fracaso de dicho plan, tratando así de librar de la parte de responsabilidad que le toca a nuestro gobierno municipal. Esta argumentación se basaría en que fue el anterior equipo de gobierno quien contrató al equipo redactor, que al parecer es el responsables últimos del caos. Ciertamente, los demoledores informes del SAU y del arquitecto municipal no hacen más que confirmar lo que ya era un secreto a voces desde el principio de la legislatura: que este equipo redactor no era el adecuado para sacar adelante el PGOU y que dicho plan es técnicamente una gran cagada. No obstante, fue la decisión política de Manuel García la que mantuvo al equipo redactor pese a los reiterados retrasos en las entregas, las incompetencias y quien sabe que más, por eso no tiene sentido que ahora se muestre como el primer sorprendido de que el documento sea tan malo. Él debería haberlo sabido mucho antes y haber puesto las medidas para corregirlo, en vez de venir ahora como si el PGOU no tuviera nada que ver con ellos. Si el equipo redactor resulta incompetente, deber suyo era llamarles la atención, y si no cumplen con su trabajo satisfactoriamente, pues a la calle y se contratan otros. Y si demandan al ayuntamiento por romper el contrato; pues bueno: seguro que a estas alturas ya nos hacen descuentos de grupo en el juzgado. Por lo tanto un alcalde no puede presentar a un pleno un documento político de la talla del PGOU de Fuente Palmera y hacerlo con una improvisación tal que ni ellos mismos sabían una hora antes del pleno que el informe del SAU es desfavorable; y lo que es peor: diciendo él mismos que esta mal hecho. En unas circunstancias normales, ante un despropósito semejante sólo cabría pedir la dimisión de quien ha malgastado cuatro años en hacer algo que hasta el mismo reconoce que está mal. Pero como todos sabrán a estas alturas en nuestro pueblo hace mucho tiempo que se perdió el concepto de normalidad en la vida política y sólo quien como la señora Ostos , que tiene más motivos que nadie para dimitir no sólo en nuestro pueblo, sino quizás en toda la provincia (y vean sino la prensa de los últimos días para comprobarlo) va y pide la dimisión del alcalde, en un ejercicio de cinismo tal que haría sonrojar incluso al caradura más desvergonzado.

Decía Napoleón que el éxito tiene muchos padres, pero que el fracaso es huérfano. Y lo que se está viviendo con este PGOU no es más que la confirmación de dicho aforismo. Después de tanto tiempo y tanto dinero, sólo tenemos un PGOU fracasado y huérfano del que nadie se quiere hace responsable. Mientra el futuro de nuestro pueblo sigue pendiente de la aprobación de dicho documento.

No hay comentarios:

Archivo del blog