Escuchando hoy en RNE que Amnistía Internacional ha publicado un nuevo informe sobre la tortura en el mundo he podido comprobar un curioso fenómeno y es que a diferencia de lo que ocurre con la información sobre terremotos, en el caso de las denuncias de tortura y otras graves violaciones de derechos cometidas por los estados resultan informativamente más interesantes los casos de países lejanos que los ocurridos dentro del territorio español. Entiéndase no es que no me parezca grave casos de tortura como los que ocurren en países como China, EEUU (del que no se cuestiona su régimen pese a ser el gran violador de derechos humanos del mundo) Irán, Marruecos, Colombia, Ruanda etc., etc. La tortura siempre es deleznable y condenable se produzca donde se produzca. Pero cuando se produce en tu país y la única respuesta que se recibe de los medios de comunicación públicos es el pasar de puntillas sobre el tema estamos ante un , pues como en el caso del alcoholismo lo primero para poner remedio es reconocer la existencia del problema. Por eso me preocupa que después de saltar la noticia lo primero que hicieran los periodistas de RNE no fuera llamar por teléfono al ministro del interior, al presidente del gobierno, al Tribunal Constitucional, al jefe de la oposición, etc, y preguntarles como puede ser que tras más 30 años de presunta democracia todavía no hayamos conseguido erradicar la tortura en este país, y por qué se esfuerzan tanto en convencerme, como tan irónicamente denunciara La Polla Records, de que “El sitio donde yo vivo es muy tranquilo y además todos sabemos que aquí no se tortura” en vez por todas poner los medios para erradicar esta lacra de nuestros cuerpos policiales. Que la denuncia de AI no sea capaz de generar un debate en nuestra sociedad dice mucho de lo enferma que está nuestra democracia y como necesitamos realmente un cambio.
1 comentario:
http://lamanchaobrera.es/el-comite-europeo-recoge-que-beatriz-etxebarria-fue-violada-en-los-calabozos-espanoles/
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