Pascual

Todos somos pascual o podríamos haberlo sido, ya que la razón de que este joven militante comunista fuese ayer secuestrado por la policía durante más de una hora en El Corte Inglés de Córdoba, convertido en centro de detención ad hoc no fue otra que la de estar protestando pacíficamente frente a estos grandes almacenes en un día de huelga general, algo que en este país es sumamente peligroso.

Hoy la prensa de Córdoba trata de justificar la detención con las razones de siempre, agresión a la policía coacciones a un supuesto cliente ( Pretendendiendo hacernos  creer que alguien es tan estúpido como para meterse entre un piquete y un cordón policial sólo para comprar su colonia favorita  en la sección de perfumería de El Corte Ingles). Pero Lo cierto es que no existe el supuesto cliente (insisto nadie es tan idiota) ni hubo agresión a la policía ni  justificación alguna para la detención (o “retención” como lo llamó la policía  un eufemismo que se usa a veces cuando la policía secuestra a alguien obviando sus derechos constitucionales). La única razón pues, para que fuese agredido por las fuerzas policiales y “retenido” en el interior del Corte Ingles es que había que dar ejemplo, había que hacer un escarmiento contra un piquete que estaba protestando frente al símbolo del capitalismo español y ejemplo donde los haya de violencia patronal. Y como en el caso tres soldados fusilados en senderos de Gloria porque no podían fusilar a todo el ejercito, lo eligieron a él porque no podían encerrar allí dentro para darle de ostias al piquete entero. Un ejemplo más de acciónes de represalia selectiva contra un miembro de los piquetes para intentar intenta servir para desanimar a al resto, o eso se creían, porque tras esta acción el piquete no dejó de crecer y las protestas no pararon hasta que Pascual tubo finalmente la asistencia legal a la que todo ciudadano detenido tiene derecho.

Esta mañana Pascual compareció ante el Juez y, por fín, fue puesto en libertad mientras sus compañeros de las JC y del PCE se manifestaban en la puerta mostrando su solidaridad con él. Se ha fijado juicio para el día 14 y se le ha acusado de coacciones y agresión a la autoridad. Esperemos que el juicio no sea una falsa y que se no sólo se demuestre su inocencia, sino que sean castigados los responsables de la violación de sus derechos fundamentales, esos derechos que se supone, sólo se supone, que los españoles tenemos garantizados desde 1978.

Este es un ejemplo mas para comprobar de que lado caen las ostias en las jornadas de huelga y donde se encuadran realmente los violentos. De hecho hoy en una lista de correo alguien me ha hecho notar una paradoja curiosa. Resulta que, según los medios, los violentos somos los piquetes, pero cuando uno mira los partes de agresión prácticamente todas las víctimas son miembros de piquetes. No hemos encontrado ni una sola noticia de un trabajador que haya sido agredido en su puesto de trabajo por los piquetes que intentaran impedir su derecho a trabajar, en cambio estos han sido atropellados, golpeados por la policía, detenidos, falsamente acusados de delitos etc. Esto demuestra hasta que punto se distorsiona la verdad sobre la violencia y debería hacernos apreciar más a todos aquellos trabajadores que como Pascual se han jugado el tipo para conseguir que esta Huelga General haya sido un éxito, dando la cara como piquetes, muchas veces para que se la partan en el sentido literal del término.

La próxima vez que le hablen de piquetes violentos recuerde que van vestidos de uniforme y trabajan para el Corte Inglés aunque los paguemos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.

también han escrito sobre este tema Don Ricardo y Kabila.