Hoy los trabajadores de este país enterramos a uno de los nuestros, porque eso fue Marcelino ante todo, un trabajador que consideraba que el mundo no está bien hecho como dijerá Manuel Vazquez Montalban. Entre ayer y hoy numerosas personas de todo tipo y condición han pasado ante el cuerpo del que fuera fundador del mayor sindicato de clase de nuestro pais y el hombre que mejor ejemplarizó la lucha antifranquista en nuestro país. Muchos a rendir su homenaje sincero y su gratitud a quien lo dió todo por la libertad de los demás, algunos aunque quizás sólo se lo confiesen a ellos internamente, a asegurarse de que por fín está muerto aquel a quien jamás pudieron doblegar.
No obstante, el verdadero homenaje a Marcelino comenzará mañana cuando una vez despedido nuestro querido camarada volvamos de nuevo a la lucha que el nunca abandonó, pues esa es la única forma en que realmente se puede homenajear a un luchador incansable como él, manteniendo viva la lucha por la emancipación de la clase obrera a la que el tanto contribuyó en los momentos más difíciles y negros de nuestra historia.
¡Gracias Marcelino, nunca te olvidaremos!
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