Pues eso que yo también me apunto a tirar piedras, tal y como sugiere A sueldo de Moscú, como expresión de justa ira ante la hipocresía de una Iglesia Catolica que no duda con perseguir con saña a honrados ciudadanos que viven sus sexualidad de forma sana y sin hacer daño a nadie mientras busca comprensión hacia los criminales que ampara en su seno y nos pide que "quien este libre de pecado tire la primera piedra".
Así que mientras la justicia internacional no haga nada y no haya un macrojuicio tipo Nuremberg contra los curas pedofilos y la iglesia que los ampara dando un escarmiento ejemplar a Benedicto XVI y sus complices, sólo nos quedará este recurso de la protesta publica y animo a que sigan lloviendo piedras.
1 comentario:
no te conformes con una, por lo que veo ahí tienes muchas ;-)
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