El mes de mayo está unido a Córdoba de forma tan solida como ningún otro mes lo está a ciudad alguna y la calleja de las flores con la torre de la mezquita al fondo se exhibe coqueta su estampa de luz y color singular ante los miles de turistas que en esos días visitan la ciudad. En mayo los vecinos muestran orgullosos sus patios donde miles de geranios, gitanillas, bogambillas desde el fin del invierno, poco a poco, han ido floreciendo hasta reventar en una eclosión de rojos, verdes, morados y amarillos que reposan en macetas carmesíes o azules colgadas sobre paredes recién encaladas. Mientras, las calles que huelen a jazmín y azahar se engalanan con las floridas cruces de mayo símbolo del renacer de la vida en primavera. Sin duda para Córdoba mayo es el mes de su floración.
Pero este año la floración de mayo en Córdoba ha sido especialmente intensa y especialmente temprana. Tal y como Cayo Lara prometió donde se fue una Rosa han surgido miles de rosas y claveles que este primero de mayo, con sus banderas, hemos podido ver como rivalizaban esta vez en número con las de los propios sindicatos convocantes de la manifestación . Y son esos miles de flores rojas surgidas el primero de mayo, inundando las principales avenidas de la ciudad, marchando alegres tras las pancartas, arropando a su nuevo alcalde, que esta vez si es su alcalde y como tal se comporta encabezando la pancarta, las que demuestran que pese a ser heridos por las espinas de la otra Rosa no podemos ser vencidos porque por mucho que se nos hiera como el fajador que no teme a la pelea resistimos una y otra vez los golpes, y la historia enseña que resistir, a la larga, es vencer.
Este año la floración de Córdoba comenzó el primero de mayo y fue una floración singular miles de rosas y claveles rojos que con la primavera traen la promesa del renacer de La Izquierda.
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